El Museo de Castelvecchio es uno de los puntos de interés de la ciudad, que recomendamos visiten los amantes del arte italiano y europeo, en especial de la arquitectura y la escultura Medieval, del renacimiento y en parte gótico-barroca.
La exposición se encuentra dentro del marco incomparable de la fortezza scaligera de Castelvecchio, que proviene de la segunda mitad del siglo XIV y ocupa unas treinta salas, con obras desde la Edad media hasta la segunda mitad del siglo XVIII, que incluyen esculturas, cuadros de pintores italianos y extranjeros, armas antiguas, cerámicas, miniaturas, joyas y otras obras de artesanía.
Merece especial mención la pinacoteca, situada en el ala de la denominada Reggia, que incluye las pinturas del siglo XIII y del XVI, la ruta que lleva (con una pasarela suspendida) a la galería del segundo piso del Mastio, la corte de Armas y el jardín. Completado solo poco tiempo antes de ser inaugurado el museo (en 1958), este jardín conserva una forma muy sugerente, similar a la de los jardines zen japoneses.
La fortezza scaligera di Castelvecchio fue construida como baluarte de la ciudad, en la época medieval, bajo las órdenes de Cangrande II della Scala y fue residencia de esa misma familia. Usada como academia militar, depósito de municiones y cuartel fue tomada varias veces con asaltos para conquistar la ciudad y sufrió varios daños.
Después de ser restaurada por Carlo Scarpa, arquitecto y diseñador entre los más famosos de Italia, el grupo de edificios se convirtió en museo en los años 60, en el edificio que podemos admirar hoy en día.
